Contribuciones de la educación ambiental al equipo de salud que interactúa con adicciones y drogodependencias

Artículo original

 

Contribuciones de la educación ambiental al equipo de salud que interactúa con adicciones y drogodependencias

Contributions of Environmental Education to the Health Team that Interacts with Addictions and Drug Addictions

 

Rosa Elena Quiñones Colarte

Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, Facultad de Ciencias Médicas "General Calixto García". La Habana, Cuba.

 


RESUMEN

Introducción: La compleja situación ambiental, el flagelo que representan las drogodependencias y conductas adictivas constituyen temas de actualidad para el equipo de salud que atiende adicciones y drogodependencias, el que debe dominar la fundamentación teórica de las actuales concepciones medioambientales y aplicarlas en la práctica para fomentar actuaciones responsables y nutrirse de sus beneficios.
Objetivo: Analizar críticamente las contribuciones de la educación ambiental al campo de las adicciones y drogodependencias.
Desarrollo: La educación ambiental orientada a la adquisición de conocimientos, hábitos, habilidades, capacidades, actitudes y formación de valores es también un movimiento ético y nuevo paradigma en la concepción del ser humano. Las drogas y conductas adictivas constituyen peligros ambientales, contaminan al organismo humano y al ambiente y son incompatibles con el desarrollo sostenible. Prácticas restaurativas en el entorno generan también restauración psicológica y son aliadas de la prevención, tratamiento y rehabilitación.
Conclusiones: La educación ambiental contribuye con el mejoramiento humano y desempeño profesional de quienes trabajan en el campo de las adicciones y drogodependencias. Aporta nuevos conocimientos sobre temas de actualidad aplicables en la labor asistencial, enriquecen el acervo terapéutico y rehabilitatorio, a la vez que favorece la adopción de una nueva ética aplicable también en la prevención comunitaria de las adicciones y la drogodependencia. Asimismo, contribuye a mejorar la calidad de vida y desencadena esfuerzos por alcanzar el desarrollo sostenible.

Palabras clave : educación ambiental; adicciones; drogodependencias; equipo de salud.


 

ABSTRACT

Introduction: The complex environmental situation, the scourge represented by drug addictions and addictive behaviors are current issues for the health team that treats addictions and drug addictions, which must master the theoretical foundation of current environmental conceptions, apply them in practice to promote responsible actions and nurture on their benefits.
Objective: To analyze criticizely the environment education contributions' the addiction area and drug-dependence.
Development: Environmental education aimed at the acquisition of knowledge, habits, abilities, capacities, attitudes and the formation of values is also an ethical movement and a new paradigm in the conception of the human being. Drugs and addictive behaviors are environmental hazards, pollute the human organism and the environment, and are incompatible with sustainable development. Restorative practices in the environment generate psychological restoration and they are allied with prevention, treatment and rehabilitation.
Conclusions: Environmental education contributes to the human improvement and professional performance of those who work in the field of addictions and drug addiction. It provides new knowledge on current issues applicable in the care work, and enriches therapeutic and rehabilitative heritage together with the adoption of a new ethics also applicable in the community prevention of that harmful scourge, as a contribution to the desired quality of life and efforts to achieve sustainable development.

Keywords: environmental education; addictions; drug addiction; health team.


 

INTRODUCCIÓN

En la esfera de las ciencias médicas, en particular en el campo de las conductas adictivas y drogodependientes, adoptar una perspectiva medioambientalista resulta necesario frente a los retos del siglo XXI.

El equipo de salud que trabaja en este campo debe estar ambientalmente educado, para afrontar y prevenir los riesgos y efectos medioambientales de esos dañinos consumos, incrementar factores de protección y disminuir los riesgos para las presentes y futuras generaciones.

Es preciso dominar la fundamentación teórica de las actuales concepciones medioambientales, aplicarlas en la práctica en los centros de salud para fomentar actuaciones responsables; y nutrirse de sus beneficios en la rehabilitación, tratamiento y prevención.

Estar ambientalmente educados facilitará afrontar los desafíos económicos y sociales, los que, a su vez, imponen enfoques renovados en correspondencia con los cambios objetivos en la sociedad cubana actual, inmersa en un proceso de optimización de los recursos humanos en salud y en la elevación de la calidad de los servicios, en especial en la Atención Primaria, según las Proyecciones de la Salud Pública en Cuba para el año 2017, establecida en el marco de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.(1,2)

Vivencias acumuladas por la autora en décadas de trabajo docente asistencial, como presidenta fundadora de la Cátedra Multidisciplinaria del Medioambiente en la Facultad Ciencias Médicas "General Calixto García" y en cursos de posgrado impartidos, le han permitido identificar la insuficiente incorporación de la educación ambiental en los programas de estudio en las ciencias médicas, tanto de pregrado como de posgrado, la escasez de literatura especializada y la limitada participación de profesionales y técnicos de la salud en las actividades de educación ambiental que se organizan.

En virtud de ello, el presente artículo se propone analizar críticamente las contribuciones de la educación ambiental al campo de las adicciones y drogodependencias.

 

 

EDUCACIÓN AMBIENTAL

La educación ambiental aporta fundamentos para la educación y conocimiento que deben poseer los profesionales y técnicos de la salud al trabajar frente a consumos tóxicos, incluidas las conductas adictivas sin sustancia.

Es una dimensión de la educación integral de todos los ciudadanos, está orientada a la adquisición de conocimientos, hábitos, habilidades, capacidades, actitudes y formación de valores.(3)

Su objeto de estudio es el medioambiente, concebido como sistema complejo y dinámico de interrelaciones ecológicas, socioeconómicas y culturales, que evoluciona a través del proceso histórico de la sociedad, abarca la naturaleza, la sociedad, el patrimonio histórico cultural, lo creado por la propia humanidad y, como elemento de gran importancia, las relaciones sociales y la cultura.(4)

La educación ambiental es, también, un movimiento ético, que responde a la necesidad de encontrar una forma más "ecológica" de analizar la realidad, incluso una nueva estética. Persigue cambiar la actuación en el entorno y que el ser humano se vea a sí mismo como una de sus partes integrantes; es, por tanto, un nuevo paradigma en la concepción del ser humano.(5)

Desde 1976 por indicaciones del Ministerio de Educación Superior se orientó introducir la dimensión ambiental en los modelos del profesional y planes de estudios de pre y posgrado,(6) lo que lamentablemente es aún insuficiente.

En Cuba, en el contexto de las ciencias de la salud existen pocos espacios académicos que aborden temáticas medioambientales. Aparece de esta manera una contradicción entre la necesidad de formar a un personal cualitativamente superior y su escasa educación ambiental.

La Organización Mundial de la Salud en su concepción de medioambiente y salud incluye, los efectos patológicos directos de sustancias químicas, radiación, agentes biológicos y otros, sobre la salud y el bienestar derivados del medio físico, psicológico, social y estético en general, comprendida en ella la vivienda, el desarrollo urbano, uso del terreno y transporte.(7)

Si se desea elevar la competencia y desempeño del capital humano en salud, para que responda a necesidades educativas actuales surgidas de la práctica asistencial, es posible acudir a la figura del posgrado para de manera intencional abordar la educación ambiental dirigida a este campo lo que se fundamenta en múltiples razones.

 

 

MEDIOAMBIENTE ADICCIONES Y DROGODEPENDENCIAS

Las drogas constituyen un peligro ambiental. Su consumo y/o producción contamina el aire y organismo humano. Las derivadas de plantas, en particular las consideradas ilegales, cuyo cultivo prolifera en entornos donde no eran autóctonas, alteraran ecosistemas e inciden negativamente en la biodiversidad.

Al intentar exterminarlas, generalmente mediante agentes químicos, se incorporan tóxicos al ambiente, contamina el suelo, el aire y ocasionan daños a diferentes especies, incluida la humana.

Al consumirlas, provoca efectos sobre órganos y sistemas del organismo del consumidor, pero también, sobre otros organismos circundantes y sobre el propio ambiente, por ejemplo las fibras de asbesto y el humo de los cigarrillos, juntos, aumentan el riesgo de cáncer de pulmón y generan efectos sobre otros sistemas ambientales.

La calidad de vida sustentable aspirada por el desarrollo humano, en ningún caso representa mejoría cuando se consumen drogas. La aspiración de los seres humanos de ser capaces de desplegar sus potencialidades y llevar una vida digna y de realización queda trunca para quienes dependen las drogas, pues estas no le permiten avanzar ni ser mejores personas.

Lo anterior es incompatible con el concepto de desarrollo sostenible, entendido como proceso de mejoramiento equitativo de la calidad de vida de las personas, mediante el cual se procura el crecimiento económico-social en relación armónica con la protección del medioambiente, de modo tal, que se satisfagan las necesidades de las generaciones actuales y futuras.(6)

Por otra parte, la orientación temporal de los adictos es antagónica a la orientación centrada en el futuro que propone con el desarrollo sostenible, son incapaces de postergar la gratificación de sus necesidades de consumo producto de la dependencia.

Eso influye en sus estilos vida, por su comportamiento se apartan de la salud, uno de los factores que incide en la balanza permanente entre un estado de salud y otro de enfermedad.(8)

Los costos de este flagelo son elevados, desde el punto de vista físico, moral y financiero, incrementan el desbalance típico de la sociedad capitalista posmodernista, caracterizada por el predominio de antivalores, crisis moral, consumo, consumismo e impactos ambientales. Incremento de gastos en recursos médicos, sanitarios, militares, jurídicos y gubernamentales, para compensar pérdidas derivadas de secuelas conductuales, en casos extremos violencia, crimen y destrucción de estructuras sociales, por lo que muchas de estas actuaciones son antisociales e ilegales.

No todo es negativo, los recursos ambientales son reconocidos como terapéuticos no farmacológicos, igual que los efectos rehabilitatorios de los entornos naturales, como entornos terapéuticos ambulatorios u hospitalarios.

El entorno natural y las actuaciones sobre él, constituyen aliados en la prevención, tratamiento y rehabilitación de la dependencia a drogas u otras adicciones que generan desgaste en recursos personológicos, sociales y biológicos.

Los escenarios naturales, siempre que esos entornos estén bien conservados, son contextos apropiados para el funcionamiento humano. La interacción con plantas y animales, exposición a reservorios de agua y el contacto con el suelo, garantizan en buena medida la recuperación de funciones psicológicas exhaustas o perdidas en los entornos urbanos.(9)

Para contrarrestar los efectos negativos causados o exacerbados por los consumos pueden emprenderse actuaciones proambientales y sustentables, las que son fuente de bienestar subjetivo y generadoras de experiencias restaurativas.(10) Algunas prácticas de ese tipo pueden ser:

  • cuidado de parques y entorno natural;
  • cuidar la naturaleza urbana, respetarla y procurar que otros la disfruten;
  • sensibilización para una ciudad más limpia y saludable, por ejemplo, respecto al consumo de agua, cuidado del arbolado y mobiliario urbano;
  • elaborar mapas de ruidos y contaminación lumínica;
  • crear itinerarios verdes mejorados;
  • recuperar espacios que han sufrido abandono, adecuar suelos y parterres, sustituir especies deterioradas, transformar zonas muertas y sin uso;
  • crear viveros de plantas, participar de reforestación, entre otras muchas.

Existen múltiples evidencias de que los comportamientos proambientales son saludables promotores de salud y tienen estrecha relación con comportamientos sostenibles, que son: "el conjunto de acciones efectivas y deliberadas que tienen como finalidad el cuidado de los recursos naturales y socioculturales necesarios para garantizar el bienestar presente y futuro de la humanidad".(9)

Las relaciones humanas con el medio ambiente se manifiestan en la expresión subjetiva a través de percepciones, sentimientos y actitudes, además de otras expresiones del cuerpo, como su salud física.(11)

Si una persona pone en práctica de manera consciente y mantenida en su vida cotidiana comportamientos pertinentes para el mantenimiento de su salud, influye en su futuro, en el de otros y en el del medio. (12)

 

 

CONTRIBUCIONES AL EQUIPO DE SALUD

Constituye un imperativo para el equipo de salud adoptar el modelo contemporáneo de sostenibilidad, contextualizarse en la contemporaneidad para poder evaluar las interacciones con el medioambiente, los mecanismos, funciones, cualidades y propiedades psíquicas en los adictos y fomentar en ellos nuevas cualidades personológicas y la adopción de una nueva ética.

La educación ambiental debe propiciar el desarrollo sostenible, fomentar entre los profesionales acciones efectivas y deliberadas encaminadas a la conservación de ecosistemas, al cuidado del agua, al ahorro de energía, reuso y reciclaje de productos, práctica de acciones anticontaminantes, lectura, reflexión y debate de temas ambientales, entre otros. Todo ello permitirá fomentar en los pacientes conductas proambientales.(13,14)

Resulta necesaria una aproximación a los principios generales de una nueva ética: la ambiental. La actuación profesional preventiva, terapéutica o de rehabilitación, debe ser compatible con el cuidado del entorno y ser humano y requiere un comportamiento ético fuertemente impregnado de conductas prosociales y proecológicas por parte del equipo de salud.

El abuso y consumo irresponsable de sustancias o conductas es no sustentable, reproduce valores y expresiones en conflicto con una sociedad sostenible, son expresión de carencia de responsabilidad moral y social hacia la naturaleza y el ambiente.(15)

En conclusión, la educación ambiental contribuye con el campo de estudio de las adicciones y drogodependencias. Incide en el mejoramiento humano del equipo de salud, pues le posibilita la adopción de una nueva perspectiva y ética frente al tratamiento, rehabilitación y prevención, para que los pacientes incorporen a sus estilos de vida nuevas metas y conductas relacionadas con el entorno y la sociedad, lo que supone también una contribución al desarrollo y a su calidad de vida.

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. MINSAP. Proyecciones de la Salud Pública en Cuba para el 2017. La Habana: Editorial. Ciencias Médicas; 2017.

2. Partido Comunista de Cuba. Lineamientos de la política económica y social del Partido y la Revolución. VI Congreso del Partido Comunista de Cuba. La Habana: CC PCC; 2016.

3. MINJUS. Gaceta Oficial de la República de Cuba. Ley de Medio Ambiente. Título XIII; 2007. Acceso: 12/12/2016. Disponible en: http://www.gacetaoficial.cu.

4. CITMA. Estrategia Nacional de Educación Ambiental 2010-2015. Acceso: 23/02/2016. Disponible en: http://www.mediambiente.cu .

5. Quiñones, R. E. Ética, bioética y educación para el desarrollo sostenible en las ciencias de la salud. Consejo Nacional de Sociedades científicas de la Salud. Boletín. 2012(1). Acceso: 25/10/2015. Disponible: http://www.sld.cu/sitios/boletincnscs/

6. CIGEA. CITMA. Estrategia nacional de educación ambiental. Misión Ambiental. Acceso: 26/12/2016. Disponible en: http://www.medioambiente.cu/mision_ambiental.asp

7. OMS. Medioambiente y Salud. Acceso: 18/02/2015. Disponible en: http://www.msc.es/ciudadanos/saludAmbLaboral/medioAmbiente/home

8. Guzmán F. Qué es la salud. Acceso: 21/06/2016. Disponible en: http://www.abcmedicus.com/articulo/pacientes/1/id/410/queessalud.html

9. Corral V. Sustentabilidad y psicología positiva. México D.F.: El Manual Moderno S.A. de C.V.;2012.

10. Herzog, T. Maguire, CP, Nebel MB. Assesing the restorative components of environment. Journal of Environmental Psichology. 2015;23:153-60. Acceso: 15/05/2016. Disponible en; http://www.msc.es/ciudadanos/saludAmbLaboral/medioAmbiente/home

11. Febles MM. Un enfoque histórico cultural a la psicología ambiental. La Habana: Editorial Félix Varela; 2013.

12. Guevara J, Mercado S. Temas selectos de psicología ambiental. México D.F.: Editorial Greco-Fundación Libre; 2012.

13. Quiñones RE. La educación ambiental en las ciencias de la salud. Consejo Nacional de Sociedades Científicas de la Salud. Boletín. 2012;(2). Acceso: 22/10/2017. Disponible en: http://www.sld.cu/sitios/boletincnscs/

14. Corral V, et al. Validation of a scale assesing psychological restoration associated with sustainable behaviors. Rev. Psicology (Ney York). 2012;3:87-100.

15. Corral V. Psicología de la sustentabilidad. México D.F.: Editorial Trillas; 2012.

 

 

Conflicto de intereses

La autora declara que no existen conflicto de intereses.

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